¿Sabías que más del 18% de las importaciones de México provienen de China? Según cifras de la Secretaría de Economía, China es el segundo socio comercial de México, solo detrás de Estados Unidos, y se ha convertido en la fuente favorita para las pymes gracias a sus precios bajos y la facilidad de encontrar proveedores en plataformas como Alibaba.
Sin embargo, depender únicamente de China trae consigo riesgos: aranceles más altos, cuotas compensatorias en sectores sensibles como textiles o acero, problemas de subvaloración y la pérdida de beneficios arancelarios que México tiene con más de 50 países mediante tratados de libre comercio.
Si eres un importador novato o tu negocio depende 100% de productos de China debes saber que corres algunos riesgos y, en este post, te vamos a explicar cómo diversificar proveedores internacionales puede abrir nuevas oportunidades, reducir costos y aprovechar los beneficios de los acuerdos comerciales.
Sin duda alguna, China se consolidó como el proveedor predilecto de las pymes mexicanas por varias razones prácticas.
En principio, el atractivo más evidente son los precios bajos gracias a economías de escala.
Sabemos que China es el “taller del mundo”, produciendo desde textiles hasta componentes electrónicos con costos muy por debajo de países europeos o latinoamericanos.
Además, ofrece catálogos infinitos: desde gadgets electrónicos hasta maquinaria pesada. Un importador primerizo puede encontrar casi cualquier producto sin tener que diversificar demasiado su búsqueda.
Además, plataformas como Alibaba y AliExpress acercan al proveedor chino al importador mexicano con solo unos clics. Hoy incluso TikTok funciona como escaparate de fábricas asiáticas que promocionan sus productos directamente.
Esto facilita la primera compra internacional: cotizar, negociar y pagar se vuelve mucho más sencillo que intentar localizar proveedores en países con menos infraestructura digital.
Asimismo, el inglés como idioma estándar y la adaptación de proveedores chinos a horarios internacionales reducen las fricciones en la comunicación.
En contraste, negociar con países europeos puede ser más lento y complejo por diferencias culturales, de idioma y de husos horarios.
Ahora bien, aunque importar desde China parece la opción más fácil, depender solo de este país expone a las pymes a varios riesgos que pueden afectar costos, tiempos y competitividad.
Para empezar, México no tiene tratado de libre comercio con China, por lo que la mayoría de los productos pagan el Impuesto General de Importación (IGI) completo.
¿El resultado? Encarecimiento de tu mercancía entre un 5 % y un 20 %, dependiendo de la fracción arancelaria.
En cambio, países con tratados pueden reducir o eliminar ese impuesto.
Además del IGI, algunos productos chinos enfrentan cuotas compensatorias para proteger a la industria mexicana.
Un ejemplo de esto es el calzado y textiles importados de China que tienen cuotas adicionales de más del 100% de su valor declarado, lo que los vuelve mucho más caros que si se importaran de otro país.
Si a todo esto le sumamos que la autoridad aduanera mexicana (ANAM y SAT) mantiene vigilancia sobre mercancías chinas, pues existe un historial de subvaloración para pagar menos impuestos. Se generan más revisiones físicas y documentales, retrasando la liberación de la carga.
Al importar de China, los importadores mexicanos dejan de aprovechar el acceso preferencial a más de 50 países con los que México tiene tratados de libre comercio.
Ya lo hemos dicho, México es uno de los países con más tratados comerciales en el mundo; tiene acceso preferencial a más de 50 países y 1,500 millones de consumidores. Sin embargo, muchos importadores desconocen cómo aprovechar estos beneficios.
Con esto dicho, es claro que los tratados de libre comercio no solo reducen costos arancelarios, también simplifican trámites y abren acceso preferencial a mercados clave; aquí tienes otros beneficios:
Ahora bien, no queremos que pienses que la diversificación significa dejar de importar desde China; de hecho, lo mejor es combinar proveedores de distintos países para reducir riesgos y aprovechar beneficios.
Por ello, te dejamos algunas tácticas especiales:
Antes de comprar, revisa si tu producto puede importarse con beneficios desde países con los que México tiene tratado.
Por ejemplo, importar café colombiano con arancel preferencial en lugar de café vietnamita sujeto a IGI completo.
Asimismo, existen firmas que pueden ayudarte a localizar proveedores confiables en otros países, verificar fábricas y gestionar certificaciones.
Del mismo modo, comparar precios, revisar certificaciones y pedir referencias de otros clientes es una práctica imprescindible para reducir riesgos de fraude.
Aunque la diversificación ofrece ventajas, también presenta retos:
Mientras que Alibaba facilita la búsqueda en China, no existen plataformas igual de grandes para Europa, Latinoamérica o India, lo que obliga a invertir más tiempo en investigación.
Muchas pymes no saben cómo aplicar los beneficios de un tratado, ni qué documentos deben presentar (ej. certificado de origen).
Algunos importadores creen que los tratados eliminan todos los costos, cuando en realidad reducen aranceles, pero otros cargos como IVA, DTA o maniobras portuarias siguen aplicando.
Algunos bienes europeos o estadounidenses son más caros en precio base que los chinos, aunque al aplicar beneficios arancelarios el costo final puede ser competitivo.
Para aprovechar las oportunidades de diversificación, las pymes mexicanas pueden:
En Aduaeasy ayudamos a que los importadores mexicanos den el paso de depender menos de China y aprovechen mejor los tratados comerciales.
Con más de 14 años de experiencia en comercio internacional, en Aduaeasy transformamos la diversificación en una estrategia práctica para mejorar la competitividad de tu negocio.
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