Imagina que llevas meses negociando con tu proveedor, revisando cotizaciones y esperando tu pedido; entonces, finalmente, la mercancía llega pero al abrirla, descubres que está dañada.
Aquí, ¿quién responde? ¿Cómo reclamar? ¿Se perdió tu inversión?
Este escenario es más común de lo que parece en las importaciones a México, sobre todo cuando no se cuenta con un plan logístico sólido, un seguro adecuado o un entendimiento claro de los Incoterms.
Por ello, te explicaremos por qué puede ocurrir, cómo manejar el problema y cómo prevenirlo para que tu negocio no pierda dinero ni reputación.
En principio, debes entender que aunque la cadena logística esté bien coordinada, el riesgo de daños está presente en cada etapa del trayecto; generalmente a través de alguna de estas causas.
En primer lugar, muchos importadores confían en el seguro mínimo incluido por el proveedor o el transportista, sin saber que suele cubrir montos muy limitados y solo ciertos tramos del transporte.
También, no especificar el Incoterm correctamente, es decir, quién asume el riesgo en cada punto del trayecto puede dejarte sin protección legal.
Por ejemplo, cargar perfiles de aluminio en camiones abiertos o maquinaria delicada sin embalaje especializado es receta segura para el desastre.
Por último, no solicitar evidencia fotográfica del embalaje, ni confirmar las condiciones de carga y descarga.
De hecho, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Agentes de Carga (AMACARGA), más del 40% de las reclamaciones de mercancías dañadas están relacionadas con embalaje deficiente o transporte inadecuado.
Ahora bien, entender qué cubre tu contrato y qué no, puede marcar la diferencia entre recuperar tu inversión o perderla.
Teórica y prácticamente, el CIF (Cost, Insurance and Freight) cubre el transporte y seguro hasta el puerto de destino, pero no incluye el manejo aduanal ni la entrega final. Es decir, si tu mercancía se daña en la última milla, este Incoterm no te protegerá.
En resumen, sí; ya que el seguro adicional:
Tip Aduaeasy: Especifica en la póliza el valor real de tu mercancía y considera un seguro "todo riesgo" que cubra desde embalaje hasta descarga final.
Algunas claves para hacerlo correctamente son:
Con todo esto dicho, algo muy importante es reconocer que la última milla es una de las etapas más críticas y menos planeadas de la importación.
En una oportunidad, un importador decidió ahorrar usando un camión de plataforma abierta para cruzar su carga desde Laredo.
Sin embargo, llovió durante el trayecto y la mercancía llegó oxidada. En este escenario, el proveedor ya había cumplido su parte y el seguro contratado no cubría daños por falta de embalaje adecuado.
La pérdida fue total.
Existe la creencia de que el agente aduanal resolverá cualquier problema con la mercancía; pero esto no es del todo cierto.
Ahora bien, en Aduaeasy, además de cumplir con el despacho, acompañamos al importador en la prevención y, en caso de daño, en la reclamación ante aseguradoras.
Artur importó una máquina especializada desde Alemania y, durante la travesía marítima, una filtración de agua en el contenedor oxidó componentes críticos.
Gracias a que contaba con un seguro todo riesgo contratado a través de Aduaeasy, se inició una reclamación formal:
Resultado: la aseguradora cubrió el reemplazo total de la máquina y Artur pudo retomar operaciones en menos de 30 días.
Sin el seguro, la pérdida habría superado los $300,000 MXN.
Ahora que ya sabes la importancia de un seguro, igual existen formas de minimizar los riesgos; por ejemplo:
En definitiva, la mercancía dañada no solo representa pérdidas económicas, también puede afectar tu relación con clientes y proveedores.
La clave para prevenirlo está en:
En Aduaeasy te acompañamos desde la planeación hasta la entrega final, asegurando que tu inversión esté protegida en cada paso.