¿Sabías que un simple descuido en el puerto marítimo puede costarte miles de pesos? En efecto, la recolección de carga en puerto, parte de la llamada “última milla” logística, suele subestimarse, especialmente por importadores y encargados de logística que ya dieron por terminado el proceso al liberar la mercancía en aduana.
Sin embargo, esta etapa final de importación puede definir si tu operación es un éxito o un gasto inesperado. Principalmente por demoras, falso flete, sobrepeso y costos de almacenamiento que son las consecuencias habituales de no planificar correctamente.
Para evitar que estos costos impacten tu operación y tu negocio te compartiremos los errores más comunes, los documentos esenciales y las mejores prácticas para que tu carga salga del puerto marítimo sin contratiempos ni sobrecostos.
Para empezar, es necesario aclarar que planificar correctamente la recolección de tu carga en el puerto marítimo es mucho más que agendar un transporte; se trata de coordinar cada elemento de la cadena logística para evitar retrasos y sobrecostos.
Ahora bien, muchos importadores descubren que su carga no puede salir el día previsto porque:
De hecho, cada hora extra dentro del puerto puede convertirse en un costo adicional, y en puertos con alta saturación como Manzanillo, el impacto económico es aún mayor.
Con esto dicho, debes saber que evitar errores en esta etapa depende de saber reconocer cuáles son los más frecuentes y cómo anticiparse a ellos.
Ingresar y retirar mercancía de un puerto marítimo requiere cumplir protocolos estrictos. No es un simple “voy por mi carga”.
También, si el transportista llega sin cita confirmada o sin pase de acceso, la carga no sale.
Perder la ventana de tiempo asignada implica reprogramar, pagar almacenaje y, en algunos casos, multas.
Cada puerto tiene reglas distintas: horarios, requisitos de seguridad, limitaciones de peso y dimensiones.
Por ejemplo, el falso flete se cobra cuando, por errores del importador, la unidad debe esperar más de 12 horas o se envía un transporte no apto para la carga.
Este cargo puede llegar a varios miles de pesos y no está regulado, por lo que el transportista puede fijar la tarifa que quiera si no se negocia antes.
Ahora bien, es evidente que la documentación es la llave que abre el acceso al puerto; ya que un solo documento incompleto puede detener la salida de tu mercancía.
En ese sentido, debes prestar especial atención a:
Sin estos, el transporte no puede ingresar al puerto y deben enviarse con anticipación y validados por la autoridad portuaria.
El Documento de Operación para Despacho Aduanero (DODA) con código QR agiliza el ingreso y validación.
Indispensable si tu carga requiere grúas, montacargas o equipo especializado.
Con esto en mente, usa plataformas o reportes de las autoridades portuarias para verificar el estatus antes de enviar la unidad.
Asimismo, la selección correcta de la unidad de transporte es clave para evitar cargos innecesarios y asegurar que tu mercancía llegue en buenas condiciones.
Por otra parte, cuando la logística falla en la última milla, los costos se disparan y los tiempos se alarga, por factores como:
Evidentemente, cada puerto tiene particularidades que pueden modificar drásticamente la logística y los costos de tu operación.
Puertos como Manzanillo pueden presentar más congestión vial que Lázaro Cárdenas, lo que afecta los tiempos de salida.
En algunos puertos hay más oferta de transporte especializado, lo que facilita la coordinación.
Por ejemplo, si trabajas en un puerto con alta demanda y poca disponibilidad de transporte, la planificación debe hacerse con mayor anticipación.
Para finalizar, seguir una estrategia clara y anticipada puede evitarte sorpresas desagradables al momento de recoger tu carga.
Por último, considera trabajar con operadores como Aduaeasy, ya que coordinamos la liberación y recolección portuaria para que tu carga llegue a destino sin costos innecesarios.
En definitiva, recoger mercancía en un puerto marítimo es una operación logística que requiere precisión, coordinación y experiencia.
Recuerda: no basta con tener el pedimento liberado; la última milla puede sumar o restar miles de pesos a tu operación.
Anticípate a los problemas, conoce las reglas del puerto y asegúrate de contar con un aliado logístico que te respalde.
En Aduaeasy podemos ayudarte a planear tu recolección desde el puerto marítimo hasta tu bodega.