Para poder dar un pronóstico atinado de llegada y no afectar las operaciones que circulen bajo este medio, se deben tomar en cuenta factores más allá de los días que tomara el viaje en alta mar. A continuación, describo algunas de las principales causas que pueden afectar la llegada en tiempo y forma de la carga:
Frecuencia del servicio en ruta: Las navieras tienen una programación estandarizada de las fechas en que los buques harán escala, el cupo de carga disponible y el flujo de la ruta tanto de ida como de regreso; así pues, la frecuencia con que se programaran los buques tendrá mucho que ver con el volumen de carga que se maneje en cada ruta específica, variando entre varias veces por semana, semanalmente, quincenal o con un mayor intervalo de tiempo. Esto significa que si los contenedores no se encuentran listos al momento de zarpar del buque del puerto de origen deberán esperar hasta rolarse en la siguiente carga.
Número de escalas: Este concepto se refiere a las veces que el buque entrará a realizar maniobras de carga y descarga en diferentes puertos antes de llegar al destino final del contenedor. O bien, si la ruta del contenedor incluye trasbordos, es decir, es necesaria la descarga del contenedor en un puerto para cargarlo en un nuevo buque que lo lleve a su siguiente puerto de conexión o destino final según sea el caso; estos tiempos deben sumar días a los tempos estimados de arribo (por sus siglas en inglés Estimated Time of Arrival) y deberán de ser monitoreados constantemente, ya que un retraso en el arribo a un puerto de conexión significaría no estar a tiempo para la carga en un nuevo buque y que se role la carga para la llegada de la próxima nave que atienda la ruta.
Tipos de puerto: Se debe considerar también en los tiempos de traslado el tamaño y volumen de operación de los puertos que se encuentran en la ruta utilizada, ya que como es lógico las dimensiones físicas de las dársenas o muelles y la infraestructura con la que se cuenta en cada terminal condiciona los tiempos de operación y por supuesto el tipo de buques que se pueden atender, por lo que, si el puerto de destino final no es un Hub logístico con las dimensiones para recibir embarcaciones post- panamax o triple E es muy posible que se deban realizar transbordos a naves alimentadoras más pequeñas que cubran la ruta final.
Inspecciones: Aún y cuando se hubiera planeado de manera adecuada la ruta de la mercancía existen diferentes actores que pueden inferir en la entrega de las mercancías, uno de los principales son las diferentes autoridades aduaneras o judiciales de los distintos países en los que el buque o el contenedor deba ingresar y que al hacerlo quedan bajo la jurisdicción legal de aquellas naciones, por lo que deben acatar en caso de ser requerido el someterse a inspecciones físicas que retrasen su carga a destino final.
Adicionalmente a los anteriores existen otros factores como el clima, accidentes, incidentes geopolíticos y la saturación de los espacios por la temporalidad del mercado que pueden afectar la duración del tránsito en vía marítima por lo que deben ser considerados en todo momento al realizar la planeación de los embarques.
La logística marítima cuenta con pros y contras como cualquier otro medio de transporte de mercancías, pero siguiendo una correcta planificación se pueden lograr los arribos en tiempo y forma sin complicaciones adicionales; este proceso se recomienda llevarlo de la mano de un operador logístico, junto con tu agente aduanal como Aduaeasy, que cuente con la experiencia y conocimiento en las rutas óptimas para la operación.
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Soy Diego, el CEO de Aduaeasy, y me apasiona guiar a las empresas en México hacia el éxito. Mi ...