Si estás pensando en importar a México y te dijeron que es sumamente fácil, debes saber que hay cosas que no te están diciendo y tienes solo una parte de la verdad.
¿Sabías, por ejemplo, que si presentas datos inexactos o incompletos sobre tu mercancía, podrías enfrentar multas de hasta $49,050 pesos? Y este solo es uno de esos errores comunes que cometen los importadores inexpertos y que lo descubren cuando su mercancía está detenida en aduana.
Por ello, para que no te pase a ti, te vamos a contar lo que pocos explican con claridad, para que tomes decisiones informadas, evites multas y puedas importar con tranquilidad y previsión.
En un país como México con el inmenso potencial de comercio exterior, es natural que muchos emprendedores y pequeñas empresas que deciden importar a México por primera vez lo hacen confiando en lo que les dice su proveedor o algún contacto que “ya ha importado antes”.
Sin embargo, entre el proveedor, el agente aduanal y la logística hay muchos temas que se asumen sin explicarse, por ejemplo:
Por ejemplo, algo tan simple como una descripción incompleta del producto puede costarte más de $29,000 pesos en sanciones.
Por eso, una importación exitosa comienza con una planeación clara y conversaciones honestas.
Ahora bien, uno de de los errores más comunes entre los nuevos importadores es pensar que solo se paga IVA al traer productos del extranjero. Pero la realidad difiere muchísimo de esto.
En primer lugar tenemos este arancel que se aplica según el tipo de producto y su fracción arancelaria. Es decir, no todos los bienes pagan lo mismo, y en algunos casos, el porcentaje puede ser del 5%, 15% o incluso más.
Por su parte, el DTA es un impuesto obligatorio para poder procesar legalmente tu entrada al país.
Por lo que no es negociable, y aunque su porcentaje suele ser menor, es un cargo fijo que debes considerar sí o sí en tu presupuesto.
Asimismo, antes de que tu pedimento sea aceptado por la aduana, debe pasar por un sistema de prevalidación operado por un tercero autorizado.
Esta revisión técnica garantiza que la información esté completa y correcta, y sí, tiene un costo. De hecho, muchos importadores se sorprenden cuando les facturan este concepto que nadie les explicó al inicio.
Otro detalle que se suele omitir: el IVA se calcula sobre el valor total en aduana, que incluye no solo el costo de la mercancía, sino también el flete, el seguro y otros gastos asociados.
Es decir, si solo contemplaste el 16% sobre el precio de compra, probablemente estarás subestimando tu carga fiscal.
En México, así como muchos otros países, los procesos aduanales son estrictos y no dejan espacio para suposiciones o descuidos; lo que lleva a estar atento a los detalles.
Procesos como una fracción arancelaria incorrecta, una descripción ambigua o una omisión en los documentos puede generar alertas automáticas. Lo que provoca que la autoridad detenga la carga hasta verificar que todo esté en orden, así sea por un adjetivo mal puesto.
Segmentos como alimentos, textiles, acero, electrónicos, químicos y muchos otros productos están sujetos a regulaciones no arancelarias. Esto significa que necesitan permisos, certificados o registros especiales para ingresar.
Del mismo modo, un error común es confiar plenamente en el proveedor internacional solo porque ya ha hecho envíos antes. Pero cada operación es distinta: puede cambiar el incoterm, el cliente, el volumen o incluso la aduana de entrada.
Ahora bien, cuando una importación se detiene por cualquier motivo el problema no solo es el retraso, también es el alto costo de almacenamiento.
En muchos casos, los nuevos importadores no consideran que el tiempo corre desde que la mercancía llega al país, no desde que se deciden a resolver el problema.
Para empezar, depende del tipo de aduana y el medio de transporte, pero aquí van algunos ejemplos reales:
Usualmente se otorgan entre 14 y 21 días libres de demoras (esto depende de la naviera y tu negociación).
Si el contenedor no se regresa en ese plazo, se empieza a cobrar una tarifa diaria que ronda entre $3,200 y $3,600 USD por día.
Estas son más estrictas, de hecho, solo te dan 2 días libres para cumplir con el despacho. Después de eso, el cobro por almacenaje puede ir de $2,000 a $4,000 pesos mexicanos por día.
Por lo que no es raro que algunos importadores terminen abandonando su carga simplemente porque no pueden pagar los montos acumulados de almacenaje y multas.
Ya lo hemos dicho, muchos importadores novatos dejan todo en manos del proveedor y asumen que todo saldrá bien pero, la realidad es que tú eres el responsable legal de la importación.
Antes de importar, asegúrate de entender exactamente qué estás trayendo al país. ¿Qué fracción arancelaria le corresponde? ¿Qué normas mexicanas debe cumplir? ¿Está regulado por alguna dependencia como COFEPRIS, SEMARNAT o SADER?
Muchas personas compran en sitios como Alibaba pensando que eso garantiza seguridad. Pero Alibaba solo es una plataforma, y no investiga ni respalda la calidad de cada vendedor.
Verifica antecedentes, pide documentación, busca referencias y desconfía si algo suena demasiado bueno para ser verdad.
¿Te parece un gasto innecesario pagar por una inspección antes del envío? En realidad, puede ser la mejor inversión que hagas.
Un tercero puede revisar si el producto cumple con lo prometido, si está bien empacado o si hay errores que podrían causarte problemas en aduana.
Antes de terminar recuerda: lo que nadie te dice puede costarte más que lo que sí te dicen.
Declaraciones incorrectas, retrasos en aduana, almacenajes impagables o proveedores poco confiables son errores que muchos descubren demasiado tarde.
No solo se trata de mover mercancía; se trata de hacerlo bien, cumpliendo la ley, optimizando costos y evitando dolores de cabeza.
Si estás por importar a México, hazlo con conocimiento, con respaldo… y con alguien que sí te diga todo.
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