Hacer una importación a México como emprendedor es una sensación muy emocionante; encontrar un proveedor con buenos precios, cerrar el trato y esperar que lleguen tus mercancías.
Sin embargo, cosas como confiar mucho en el vendedor, no entender los tiempos de entrega, desconocer los requisitos, permisos o impuestos, son solo algunas de las razones por las que los importadores —especialmente los primerizos— terminan perdiendo dinero, mercancía o incluso oportunidades comerciales.
Pensando en esto, hemos creado una lista de las cinco señales tempranas de que tu importación a México está en riesgo de fracasar. ¡Conócelas y aprende qué hacer para evitarlas!
Creer que cualquier problema se puede resolver en unas semanas, cuando se trata de importación a México, es pecar de inocente.
La realidad es mucho más compleja: una importación bien ejecutada puede tardar entre 9 y 10 semanas o más, dependiendo del origen, temporada, tiempos de producción, transporte y procesos aduaneros.
Para importar a México se necesita pasar por múltiples etapas como fabricación, consolidación de carga, embarque internacional, descarga en puerto o aeropuerto, despacho aduanero y entrega final.
Cada una de estas fases puede presentar contratiempos. De hecho, en operaciones como las que vienen desde Asia, los tiempos promedio se extienden significativamente debido a factores logísticos y administrativos.
Incluso si tu proveedor asegura haber exportado antes, cada envío es único; y entre los elementos que pueden alargar tu proceso están:
Las aduanas de México requieren previsión, no urgencia, si planificas con apenas 3 a 5 semanas de anticipación, estás asumiendo un riesgo innecesario.
Ya lo mencionamos, confiar demasiado en un proveedor con el que no se ha negociado antes o que no tienen experiencia exportadora, es poner el futuro de tu empresa en manos de alguien que solo quiere cerrar la venta.
Para que esto no te pase, considera:
Algunas señales de alerta que no debes pasar por alto:
Un proveedor confiable es transparente desde el inicio, conoce los requisitos para exportar y colabora activamente en la preparación de la documentación requerida.
Para evitar detenciones en aduana y asegurar que tu importación fluya correctamente, tu proveedor debe entregarte al menos:
En definitiva, elegir proveedores serios desde el inicio facilita el cumplimiento normativo y reduce enormemente el riesgo de retrasos o rechazos, incluso a través de prácticas como la consolidación de la mercancía.
Por otro lado, es común que los importadores primerizos crean que solo deben pagar el producto y el flete. Y, realmente, esto requiere de impuestos, trámites obligatorios y costos logísticos adicionales que pueden representar hasta el 60% del valor original de la mercancía.
Además del precio del producto y su transporte, debes contemplar una serie de cargos inevitables que forman parte del proceso:
Muchos de estos conceptos no son evidentes en un primer cálculo, pero son parte esencial de cuánto cuesta importar a México realmente.
Además, debes saber que el IGI (Impuesto General de Importación) puede variar entre el 5% y el 15% según el tipo de mercancía.
A eso se le suma el IVA, que se calcula sobre el valor total de la operación (producto + flete + seguro + IGI), lo cual eleva aún más el monto final a pagar.
Además, si tu carga es detenida o presenta inconsistencias, es probable que pagues almacenaje diario, el cual puede ir de los $160 USD por contenedor en puerto hasta más de $4,000 MXN por día en terminales aéreas.
Otro factor que debes tomar en cuenta para una correcta importación a México, es la clasificación arancelaria que debe basarse en la naturaleza real del producto, y que una mala fracción puede terminar en sanciones, multas e incluso la retención de la mercancía.
En síntesis es el proceso donde se asigna un código numérico (fracción arancelaria) a cada producto, según el Sistema Armonizado de Designación y Codificación de Mercancías.
Las fracciones se determinan con base en criterios técnicos muy específicos, como composición, uso, forma de presentación y otros elementos.
Por ello, las autoridades aduaneras en México realizan revisiones sistemáticas y, si detectan inconsistencias, pueden retener la mercancía, iniciar un PAMA (Procedimiento Administrativo en Materia Aduanera) o aplicar multas que superen los $49,000 MXN.
Por último, también debes procurar conocer todos los gastos asociados a una importación a México; esto no se trata solo del precio del producto y el flete, también existen cargos que pueden representar entre un 31% y un 51% del valor de la mercancía.
Además del IGI y el DTA, existen muchos gastos que suelen pasarse por alto:
La mejor forma de evitar estos errores es solicitar siempre un desglose completo de todos los conceptos: impuestos, honorarios, seguros, almacenajes y cualquier otro gasto previsto.
Desde el primer contacto con tu proveedor o agente aduanal, exige claridad y documentación que respalde cada monto.
En definitiva, una importación a México puede abrir grandes oportunidades para tu negocio, siempre que lo hagas con información, estrategia y respaldo profesional. Ya vimos cinco señales claras de que algo puede salir mal:
La buena noticia es que todos estos riesgos se pueden prevenir con la guía adecuada.
En Aduaeasy te acompañamos desde el inicio con asesoría clara, transparente y enfocada en evitar errores costosos.
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